CONOZCAMOS AL DT ENRIQUE. PARTE 23
Cuando regresaron se pusieron la ropa titular y esperaron el llamado del árbitro para ir al campo de juego. Al ser llamados, se arrimaron a la puerta de salida del vestuario para ir al túnel, en ese momento los para el Doctor Bilardo y les dice: “Muchachos, vamos con todo, pero traten de no hacer un gol antes de los 6 minutos, esto es porque así batimos el récord que dicen, los entendidos, que vamos a batir. Es el récord de ser la Selección que más tiempo lleva sin hacer un gol, nos faltarían 6 minutos para lograrlo. Si somos capaces de batir récords positivos, tenemos que saber batir récords negativos”. Diego lo mira y le dice: “¿En serio, Carlos?”. “Por supuesto, Diego, hay que aprehender a hacer de todo, récords positivos y récords negativos. Ahora vayan y ganen este partido”. Termina diciendo el Técnico. Salen los jugadores camino a la cancha con cierto desconcierto por lo que dijo el Técnico, no saben si hacer caso o era una broma, pero por las dudas buscaran hacer un gol en cualquier momento, antes o después de los 6 minutos.
Comienza el partido, los equipos estudian sus movimientos y el juego se mantiene en equilibrio hasta la media hora de juego. En una jugada por derecha, se escapa el N°7 escocés, saca el centro ante la marca del Vasco, despeja el Cabezón Ruggeri y como viene el N°3 McKimmie le aplica un zapa-tazo a la pelota y la clava en un ángulo del arco del arquero Nery Pumpido, haciendo un golazo impresionante. 1 a 0 para Escocia y otra vez Argentina a remontar un resultado. Así termina el primer tiempo con el resultado en contra de 1 a 0.
En el vestuario, el Técnico Bilardo le dice a Enrique que se prepare que va a entrar, que haga precalentamiento y que, en el campo, se mueva por todo el frente del ataque, que intercambie lugar con Cani, que aplique las diagonales de un lado a otro y aproveche las pelotas que seguramente le va a meter Diego. Descansan durante el medio tiempo y cuando van saliendo para disputar el segundo, Bilardo los para y les dice: “Muchachos ya batimos el récord, ahora podemos meterle varios goles a esta gente. Vamos a jugar con todo, con capacidad e inteligencia. ¡¡¡Vamos Muchachos!!!”. Salen todos con una sonrisa en la cara.
En el camino por el túnel para salir a la cancha, Diego los detiene a todos y les dice: “Muchachos dejémonos de joder, vamos a jugar con todo. Basta de cuidarnos las piernas porque nos vamos a lastimar y no vamos al mundial. Hoy jugamos un partido y esta gente no nos puede ganar así nomás, tenemos que darle batalla, meter con todo y ganar este partido de mierda. ¡Vamos con todo, carajo! Y no quiero ver a nadie que se cuida las piernitas. Los quiero concentrados y dispuestos a ganar. ¡Vamos Argentina, Carajo!” Todos repetimos al unísono ¡Vamos Argentina, Carajo! Y salimos a la cancha.
Empezó el segundo tiempo con una Selección Argentina, parada en campo rival. Tenían la posesión de la pelota y buscaban atacar por las bandas. Llegaron dos veces con posibilidades, pero no pudieron concretar en gol ninguna jugada. Estando toda la Argentina en campo rival, la Selección de Escocia, les roba una pelota en el borde de su área y el N°5 saca un pelotazo para el N° 9, quien se escapa por la punta izquierda, al llegar a la altura del área grande Argentina, mete un centro para el N°10, que acompañaba por el medio y este define con un toque cruzado venciendo la resistencia del arquero Argentino. Escocia se ponía 2 a 0. La bronca y la arenga de Diego se escucharon en todo el estadio. Tenían que reaccionar. No podía quedar el marcador de esa manera. Pasaron unos minutos hasta que Diego tomo una pelota en mitad de cancha, de primera sacó un pase para Enrique que estaba en la punta derecha, este se hizo de la pelota, le amago al marcador a ir para adentro y velozmente salió por la parte de afuera, corrió desprendiéndose de su marcador pero antes de llegar a la línea del fondo y de que lo cruce el N°6, sacó un centro rasante para la entrada de Burru que llegaba por el medio, y sin detenerla, con un toque sutil la coloco al lado del palo derecho del arco Escocés. Fue el 2 a 1, gol muy festejado por los jugadores Argentinos porque hacía un par de partidos que no convertía la Selección. Diez minutos más tarde, otra gran jugada de Diego, lo dejó solo a Cani frente al arquero, quien toco la pelota sobre el cuerpo del Escocés, concretando una merecida igualdad. Siguió la Selección en búsqueda del triunfo. Los minutos pasaban, no se conseguía la igualdad, pero se jugaba todo el tiempo en campo Escocés. En tiempo de descuento, otra gran jugada de Diego, quién llega gambeteando escoceses hasta el borde del área grande y de atrás le hacen foul. Lo dejamos a Enrique contar como vivió toda la jugada: “Vi que Diego tomaba la pelota y empezó a dejar escoceses en el camino, me comencé a acerca para que me toque la pelota y hagamos una pared, pero Diego siguió solo, a pura gambeta y en el borde del área, un grandote que lo perseguía, le pegó una patada, que yo creía que no se levantaba más. Me le acerco para ayudarlo a levantarse y le digo “¿Estas bien Diego?” al principio no me contesta, entonces le pregunto otra vez y trato de levantarlo, mientras los demás compañeros le protestan al escoses y al árbitro por la patada. Diego se empezó a levantar, muy despacio, todo dolorido, le digo “no te preocupes, Diego, si no podés patear el tiro libre, lo tiro yo, no hay problema”. Diego, acomodando sus huesos y músculos doloridos, me miró, agarró la pelota y me dice: “Anda, Miramar, dejáte de joder. Estoy fenómeno. Vos, prepárate para gritar, porque este tiro libre se lo calvo en un ángulo al escocés y ganamos el partido.” Se sacó el polvo del cuerpo, acomodó otra vez su cuerpo, respiró profundo y agarrando la pelota la comenzó a acomodar para esperar la orden del árbitro. Cuando sonó el silbato del árbitro, Diego sencillamente, dió tres pasos para adelante, acarició con su pie izquierdo la pelota y esta salió disparada hacia el arco para meterse en el ángulo derecho del arquero, justo entre el travesaño y el palo, haciendo que el vuelo del escocés sea inútil para llegar a la pelota y solo sirva para que los fotógrafos tengan la foto del arquero volando con la pelota entrando en el ángulo, GOLAZO. Fue algo increíble para mí, la calidad, la plasticidad de Diego para pegarle a esa pelota, me dejo entusiasmado y sin poder gritar, en un primer momento, porque había presenciado un tremendo tiro libre del mejor jugador del mundo. Cuando reaccioné, fui a abrazarlo con todas mis fuerzas. Para, un futbolero como yo, ver ese tiro libre desde el campo de juego, fue maravilloso. Era cierto lo que me dijo Diego, que tenía que ir a gritarlo y dejarme de joder de pedir el tiro libre porque él era quien le podía hacer tan perfecto. Todo fue muy emocionante, nunca podré olvidarme de ese tiro libre, solo lo llevare en mi memoria el resto de mi vida”. Terminó de contar Enrique el golazo de Diego que le dió el triunfo a la Selección Argentina por 3 a 2, ya que se jugó apenas un minuto más y terminó el partido. La felicidad de todos los jugadores, del cuerpo Técnico y de todos los que habían ido al Estadio a ver la Selección argentina fue enorme, porque ganaban un partido después de mucho tiempo y porque la gira de tres partidos empezaba de la mejor manera.
En el vestuario los esperaba el cuerpo técnico, quienes fueron felicitando a cada uno de los jugadores, hasta que el Doctor pudo hacer un silencio para dedicarles unas palabras para agradecerles por el juego, por la dedicación y la por la gran remontada en el marcador. Este triunfo haría que la gira, si seguían ganando, descomprimiría las críticas y que el equipo pueda encontrar el juego que venía buscando durante mucho tiempo y no podían lograrlo. Los próximos dos partidos serían una prueba más para ver si el juego del Seleccionado Argentino se afirmaba como lo quería el Doctor o volvían a la incertidumbre que traían anteriormente.
Por: Juan Bermúdez - enjuber@hotmail.com
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