LA TRAGEDIA SIN FIN DE MEDIO ORIENTE

Hay regiones en el mundo caracterizadas por el conflicto, la tensión y la beligerancia. Y Medio Oriente es una de ellas. Ese espacio, algo impreciso, que se ubica en Asia y parte de África, parece signado por la guerra constante. Ya sea que atendamos a cuestiones geográficas, políticas o diplomáticas, esta región es un hervidero de tensiones de diversa índole, aumentando exponencialmente el riesgo de crisis alimentarias, sanitarias y humanitarias. Por caso, hay alrededor de 16 millones de personas desplazadas por la fuerza y apátridas en el Medio Oriente y el Norte de África, lo que genera enormes desafíos económicos, políticos y de seguridad; son crecientes las necesidades de las personas refugiadas, desplazadas internas y retornadas, quienes no tienen acceso a servicios básicos y necesitan del apoyo internacional para alcanzar la autosuficiencia y lograr integrarse a los sistemas nacionales y esquemas de protección social. A Su vez, desde el punto de vista geográfico, la ocurrencia de fenómenos naturales como terremotos: en 2023 se produjeron terremotos en Turquía y Siria, que provocaron cifras record de personas afectadas (especialmente sirias) que se vieron necesitadas de protección y asistencia humanitaria. Y en cuanto a lo político, el conflicto en Sudán, en los últimos años, ha provocado un éxodo de gran proporción hacia Egipto, una situación que aumenta la presión sobre los recursos y la infraestructura del país. Asimismo, somos testigos de una nueva escalada en un conflicto sin fin, entre Israel y sus vecinos, en este caso desatada en el espacio conocido como Franja de Gaza, que desde la propia creación del estado de Israel en 1948, parece ser el centro neurálgico de la discordia entre este país y la nación Palestina, y que ha generado solidaridades múltiples de un lado y del otro; mas aún, a lo largo de la Guerra Fría primero, y desde el final de aquella en adelante, ha tenido nuevos y cada vez mas virulentos enfrentamientos entre esas coaliciones, encarnadas por diversos países en algunos casos, y grupos armados en otros, sin lograr jamás llegar a una solución satisfactoria para las partes. Este año hemos asistido, con horror a un nuevo capítulo en esta historia, con el secuestro, por parte del grupo armado terrorista Hamas de decenas de ciudadanos israelíes durante una fiesta, y el posterior asesinato de muchos de ellos. La escalada de violencia que esto ha suscitado termina por poner de manifiesto una realidad que, en los análisis de conflictos, queda soslayada: la muerte, el horror, las hambrunas y la tragedia que un contexto de guerra lleva a sus habitantes. Porque la Franja de Gaza esta habitada esencialmente por seres humanos, circunscriptos a un espacio geográfico mínimo, y condenados, en este contexto, al hambre, la disolución social y el terror. Cóctel explosivo. Hamas ha logrado mostrar su punto, e Israel el suyo. En esta escalada asistimos igualmente, al reproche, las tomas de partido y a la expansión del conflicto: Hezbollah, grupo armado terrorista libanés, signado como el sostén de Hamas en esta cruzada contra Israel, se ha puesto en la mira y ha logrado desviar el conflicto al Líbano e Irán( considerado su patrocinador), ampliando nuevamente el radio de la guerra y las posibilidades de una escalada regional aún mayor. Se ha conocido, por estas horas, el abatimiento del líder de esa organización a manos de las fuerzas israelíes, pero lejos de significar el fin de esta organización, esto podría ser el recrudecimiento del conflicto: en 1992 fue abatido el líder anterior, a quien sucedería Nasrallah, asesinado ayer. Puede que no sea así, pero ya se barajan nombres de posibles sucesores. Entonces la realidad nos muestra que la conflictividad de esta región no acaba con este episodio, sino que muy probablemente, este sea un nuevo capítulo en una historia sin fin…… Por: Lic. (Mg) Milena Barada

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