VIVIR ENTRE DOS MUNDOS AL RITMO DE LAS MAREAS

Un amanecer en la playa frente a la inmensidad del mar con sus sonidos y aromas, con su brisa y sus olas que rompen una y otra vez…un lugar para sentir la calma, la paz, o a veces también, para admirar la fuerza de la tempestad. Además de las cautivantes sensaciones que percibimos en las costas marinas, son ellas un mundo repleto de vida a explorar. Aquellas costas expuestas a vientos, olas y corrientes suelen ofrecer alta concentración de oxígeno, nutrientes y comida abundante para los animales que filtran el agua del mar para alimentarse. Los organismos que se fijan o adhieren al fondo para vivir deben soportar fuertes embates y quienes no son fijos corren el riesgo de ser desplazados por las aguas. En cambio, en las costas protegidas existe alta concentración de partículas en suspensión que en ocasiones llega a causar problemas en la respiración y alimentación de animales filtradores. Las mareas. La fuerza de gravedad de la luna y en menor grado la del sol generan las mareas. En la mayoría de las costas del mundo dos veces al día el mar sube y dos veces vuelve a bajar. Por ser dependiente de una fuerza regular, las mareas se pueden pronosticar. La amplitud de marea es muy variable según las regiones, por ejemplo en Nueva Escocia, Canadá, alcanzan máximos de hasta 15 metros de altura, en Puerto Santa Cruz hasta 12 metros y en el Mar Mediterráneo apenas alrededor de 1 metro. En puertos de nuestras costas de Buenos Aires la amplitud máxima de marea varía entre 1,4 y 1,9 metros aproximadamente. Además la amplitud se incrementa en diferentes momentos del mes y del año. Entre la línea de marea alta y de marea baja los cambios son verdaderamente drásticos, comparables a dos mundos diferentes, pero en el mismo sitio. Además de tener que encontrar sustento, evitar que se los coman y lograr reproducirse, los organismos deben allí superar la fuerza de rompiente y los riesgos de la desecación. En costas que quedan sin agua durante la bajamar, la sucesión de día y noche implica el cambio de temperatura, luz y humedad. Con el paso de las estaciones, algunas variaciones se perciben aún más. Durante la marea baja las algas no pueden captar anhídrido carbónico, ni nutrientes inorgánicos para poder realizar la fotosíntesis y muchas quedan expuestas a una intensa radiación solar. Los animales marinos por su parte no están en condiciones de emplear sus branquias para respirar, ni de filtrar para comer. Cuando las costas son rocosas, los piletones de marea o pozos, son una alternativa que los animales aprovechan, aunque la evaporación o las lluvias intensas cambian la salinidad de sus aguas afectando la regulación interna de los líquidos de muchos organismos. Además el agua de estos pozos de marea o piletones pueden, en algunas regiones, llegar a superar los 40º de temperatura durante las horas de más calor estival. Entran en juego además los predadores alados como las aves playeras cuya diversidad en las formas de sus picos es muestra clara de especializaciones para atrapar diferentes presas. Es fundamental la función del espacio inter mareal costero a la llegada de las aves migratorias que bajan a alimentarse y descansar de sus increíblemente largas travesías, por citar algunas que visitan nuestras costas podremos ver chorlitos, becasas de mar, gaviotines, playeros entre otras aves provenientes en su gran mayoría del Hemisferio Norte para pasar el verano entre nosotros. Por otra parte el agua en movimiento constituye una gran ayuda para dispersar millones de larvas de los invertebrados marinos que pueblan nuestras costas. En el mar las larvas alcanzan una diversidad asombrosa, en general son tan pequeñas que recién en el siglo XVIII se las comenzó a observar con ayuda del microscopio, en un principio se creyó que eran adultos de especies desconocidas. Diversos caracoles, erizos, estrellas y gusanos de mar ponen huevos ricos en nutrientes de modo que sus larvas se desarrollan rápido sin necesidad de ingerir ningún alimento. Muchos invertebrados del fondo marino dependen para sustentarse, en buena medida de lo que cae desde arriba. Organismos filtradores fijos a fondos duros suelen tener la boca en su parte superior y rodeada además por un aparato de recolección de comida que les asegura la cantidad necesaria, es el caso de las anémonas y de los lirios de mar. En fondos duros las presas suelen tener valvas o caparazones más resistentes y compactos que les sirven como defensas. En fondos blandos abundan en general presas blandas que tienden a escapar o esconderse de sus predadores. Como conclusión, se puede extraer que el espacio inter mareal tiene suma importancia para la vida de innumerables animales, es necesario preservarlo y planificar todo cuanto se proyecte construir de manera de no alterar las características perfectas y equilibradas que tantos millones de años de trabajo le llevó a la naturaleza esa maravillosa fuente de vida y energía que hoy vemos como dos mundos en el mismo tiempo y espacio. Por: Bibiana Manfroni Bibliografía: La Costa de Buenos Aires, Las Leyes del Mar. Santiago G. de la Vega (Ed. Contacto Silvestre). Aves, Vida y Conducta. Roberto Ares. (Vazquez Massini Editores.)

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