REFLEXIONES MARGINALES
¡Quién no tiene partes oscuras que tire la primera piedra! Todos tenemos ese lado negro que emerge en lo que Hesse llama la hora del lobo. En esa hora brota todo lo peor de nosotros, el "ser cavernícola" sale con todas sus fauces chirriantes y trata de devorar ese hilo imperceptible de "racionalidad". El único intento es volver a refugiarse en un rincón de la caverna y seguir embrutecido en la oscuridad mientras la luz se vislumbra lejana en la abertura de la caverna. Creo que son caminos a recorrer dentro de la caverna; los momentos de plenitud lumínica son escasos y luego recuerdo de ellos son, dice un poeta. En verdad son metáforas y todo pertenece al juego ilusorio de nuestros estados de conciencia. Llegar al conocimiento y aprehender la cosa en sí misma parece ser algo irrealizable, según algunas corrientes del pensamiento filosófico. En fin son solo suposiciones o hipótesis mientras la vida continúa sin que pueda ser aprehendida en un acto de conocimiento.
Por: Héctor Cobas
Comentarios
Publicar un comentario