BUENAS NOTICIAS PARA EL ELEFANTE MARINO. PARTE 2

La costa bonaerense es un área de intensa explotación pesquera, en la que alternan áreas desoladas con otras de gran urbanización y utilización de las playas. Dentro de su área de dispersión y la utilización de costas fuera de su temporada reproductiva, la presencia del elefante marino del sur se encuentra en franco incremento. La actitud de los individuos de esta especie fuera de la temporada reproductiva suele ser pasiva y de reposo al permanecer en la costa, por lo cual atrae la atención del público y los medios de comunicación. El incremento de interacciones no deseables hace necesaria una campaña de concientización, así como también una fortificación de ordenanzas locales que aseguren el mantenimiento de la distancia prudencial de las personas a los elefantes marinos. Según consta en la revisión realizada por Hugo Castello en 1984, entre el registro más antiguo, del año 1940 de un individuo en Mar del Plata y en este reciente trabajo, se nota un aumento significativo de la presencia del Elefante marino en las costas bonaerenses, con un registro para la misma ciudad de nueve individuos en el periodo 2020-2022 lo cual concuerda con el aumento simultáneo y creciente en otras áreas costeras de la región. Si bien se han realizado censos anuales en los apostaderos de Chubut, y existe registro continuo de la especie en Río Negro, es escasa y fragmentada la información de la presencia de la especie a lo largo de la costa fuera de la temporada reproductiva, particularmente en los periodos de muda. En el primer periodo de revisión (1940-1982) fueron documentados un total de 17 registros en un rango de 3.606,6 km de costa, desde Punta Bermeja en Argentina hasta Barra de Tijuca (23°01.33 92’ S, 43°22’ 56” O, RJ, Brasil). En la costa bonaerense los registros se incrementan a partir de la década de 1990 en adelante. La presencia de la Fundación Fauna Argentina de Mar del Plata, permitió un seguimiento y control de los individuos que salen a la playa principalmente en periodo de muda entre los meses de diciembre y marzo, si bien existen registros ocasionales fuera de dicho periodo. En este caso, el periodo de la muda coexiste con el periodo turístico veraniego marplatense y miramarense, por lo cual la aparición de la especie es más fácilmente notada y documentada, por lo ue resultaría más fácil desplegar las acciones de protección al ejemplar que sale a la playa. En esta revisión sobre la presencia de Mirounga leonina en la costa de General Pueyrre-dón y General Alvarado desde 1985 hasta 2022 fueron documentados 37 individuos en un rango de sólo 102,2 km de costa, desde Mar Chiquita a Mar del Sur. Lo cual demuestra un franco incremento reciente de la presencia de ejemplares en el área bonaerense. Según los registros de notas periodísticas históricas para el área era infrecuente la presencia de elefantes, vista incluso como una rareza, en tanto que se ha vuelto ya casi rutinaria en el reconocimiento actual. El caso específico de un individuo macho adulto apodado “Perry” fácilmente reconocible por una cicatriz estrellada en su dorso fue documentado repetidamente en el mismo sitio en distintos años. Dada la fidelidad a la utilización del sitio que se da para esta especie, se considera altamente probable que la elección de la costa se mantenga en el tiempo, y se incremente su uso paralelamente al aumento de la población. El menor reavistaje de machos se ha relacionado habitualmente con la mayor dispersión y capacidad de desplazamiento de los machos. Los movimientos de la especie en aguas abiertas muestran un desplazamiento hacia el norte, que sigue la Corriente de Malvinas hasta latitudes de Brasil, por consiguiente, es de esperar que los registros continúen aumentando en la costa bonaerense ya que los desplazamientos, siguiendo a los movimientos de las presas, se dan en época invernal hasta la primavera y luego continúan en la temporada reproductiva y de muda. Se puede apreciar el franco aumento en el registro de individuos en las costas bonaerenses con énfasis en las décadas 2000, 2010 y 2020. Es notorio el aumento puntual 2020-2022 que corresponde al 41 % del total de los registros, coincidente con la menor utilización recreativa de playas debido a la cuarentena por SARS CoV 2. En este periodo también se registra un masivo aumento de Lobo Marino de un pelo (Otaria flavescens) en el Puerto de Mar del Plata y aledaños, por lo cual debemos suponer que la menor presencia humana incrementa la selectividad de los pinnípedos por áreas costeras, y que podría haber incluso sub-registro de elefantes marinos en áreas no urbanizadas de General Pueyrredón y General Alvarado. Comparando los registros de esta revisión con los datos históricos disponibles se puede concluir que en dos periodos de tiempo comparables (42 años para registros históricos y 37 para los más recientes), en el primero se encontraron 17 registros a lo largo de 3.606,6 km, en tanto en la revisión más reciente en sólo 102,2 km de costa bonaerense se registraron 37 individuos. Por otro lado, habiendo sido demostrado que el incremento de la población de elefante marino a nivel mundial es un fenómeno continuo y creciente, y habiéndose documentado un uso extensivo en dispersión y en frecuencia para la provincia de Buenos Aires, es imperiosa la necesidad de incrementar medidas de conservación a nivel local por lo que se aconseja proveer herramientas legales de protección para estos interesantes animales en áreas costeras urbanas de uso múltiple para su aplicación en las jurisdicciones correspondientes. Por: Museólogo Daniel Boh - Museo Punta Hermengo museomiramar@fundacionazara.org.ar

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