¿JUGAMOS AL TEJO?

El Tejo o Tumerqué, se empezó a jugar en Colombia desde hace más de 500 años por los Muiscas, habitantes de Boyacá, se lo llamaba Turmequé, era el nombre del lugar donde se lo jugaba, un centro muy importante donde se reunían para comerciar, hacer trueque y concursos deportivos. En sus comienzos solo lo jugaban los caciques y la gente muy importante del lugar. Consistía en lanzar un disco, originariamente de oro el “zepguagoscua”, hoy metálico. Uno de los mitos dice que en sus comienzos el tejo debía insertarse en un hueco en la tierra, pero que cuando llegan los españoles y traen la pólvora, crean las mechas, que son los triángulos de papel rellenos de pólvora que al ser golpeados por el tejo explotan. Se juega en una cancha de arcilla de 18 metros de largo, se utilizan dos canchas que están enfrentadas donde se lanzan los discos y se hace explotar las mechas. Se enfrentan jugadores en equipo o individualmente. La forma más tradicional consiste en meter el tejo dentro de un círculo metálico, conocido como tejín o bosín, en los bordes del círculo se ubican cuatro mechas. Quien explota la mayor cantidad de mechas, gana la partida. La Federación Bonaerense de Tejo cuenta que en el año 1960, Juan Otegui de Villa Ramallo, provincia de Buenos Aires, veraneaba todos los años en su casa de Mar de Ajó. Siempre llevaba las bochas para jugar con sus amigos en la playa, se popularizó y se hizo riesgoso jugar entre tanta gente con las pesadas bochas redondas. Por eso creó 12 piezas circulares de madera, 6 lisas y 6 rayadas, las llamó “bochas playeras “y una más pequeña que llamó “bochín”. Se lanzaban por el aire pero frenaban bien, se podía jugar sin riesgos. La cancha debía medir 12 metros de largo por 3 de ancho. Las “bochas playeras” tuvieron gran éxito en la costa atlántica, se llamaron “tejos playeros” y finalmente “tejo”. En la playa Bristol de Mar del Plata, se armaron en el año 1978 las primeras canchas. En los años 80 comenzaron los torneos en las vacaciones de verano. También tuvo el primer club, el Mar y Sierras de Tejo, a partir de allí se terminaron de definir las reglas del juego, basándose en el deporte de las bochas. Dejó de ser un juego de verano especialmente playero, se popularizó y comienza a practicarse en varias localidades bonaerenses, en clubes, plazas, sociedades de fomento, etc. En 1996 en la provincia de Buenos Aires comenzaron los juegos “Abuelos Bonaerenses”, el tejo estaba dentro de las disciplinas. No solo se practica en la playa, se juega en distintas superficies: arcilla, tierra, arena, entre otras. El juego tubo cambios en su reglamento, de 3 artículos en sus comienzos, pasó a tener hoy 19 y las modalidades son: damas, caballeros y mixtos. Siguió creciendo y sumando nuevas categorías, modalidades y cambios de medidas en la cancha, pero siempre mantuvo su espíritu ser un juego simple, sencillo entre amigos y familiares. Al fundarse en el año 2001 la Asociación Argentina de Tejo (AAT) permitió que pasara a ser un deporte federado en la Confederación Argentina de Deportes, reconocida por la Secretaría de Deportes de la Nación y declarado de Interés Nacional por la Cámara de Diputados de la Nación. La AAT organiza diferentes torneos, entre los que están: el Campeonato Argentino de Clubes de Tejo, los Torneos Argentinos Sub 11, Sub 14 y Sub 20, los Torneos de Playa y la participación en los Juegos Nacionales Evita. También se creó la Selección Nacional de Tejo que compite con otras selecciones de la Confederación Sudamericana de Tejo, también se realiza en diferentes ciudades la Fiesta Nacional del Tejo. En la ciudad de La Plata, el 12 de diciembre de 2017, se creó la Asociación Internacional de Tejo, la A.I. TEJO, trabaja para difundirlo por el mundo. El Tejo puede ser jugado sin distinción de edad y género. Es el enfrentamiento entre dos equipos de 1, 2 o 3 participantes, que con tejos diferenciados entre sí por colores y dentro de una cancha de arena de 2.5 por 12 metros, dividida en 2 partes iguales a los 6 metros, buscan llegar a los tantos necesarios para ganar el partido, 12 en versión reducida o 15 en versión tradicional, los equipos pueden ser femeninos, masculinos o mixtos. El presidente de la Asociación Argentina de Tejo sostiene que en el país: “hay más de 100.000 tejeros jugando con alguna continuidad a lo largo del año” y agrega: “si un 20 de enero a las 3 de la tarde hubiera un contador que se encargara de recopilar las estadísticas de los deportes más practicados en la Argentina, nos encontraríamos con que es el Tejo, es el deporte nacional, calculo que en vacaciones podríamos encontrarnos con un millón de jugadores haciéndolo en forma simultánea en todo el país.” En la playa, se seguirá verano tras verano, esquivando sus canchas marcadas en la arena, afinando la puntería y llevando o buscando algo con que medir las distancias entre el tejín y los tejos de los equipos. Este es un deporte social, inclusivo, sirve para ejercitar todo el cuerpo y que todos pueden jugar para pasar un buen rato. Fuente: Internet/ María Martinez

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