RESTAURACIÓN ECOLÓGICA

China tiene todo tipo de paisajes, algunos como altas montañas, extensos desiertos, fértiles planicies y gigantescas mesetas. En el centro de China, donde se encuentran cuatro de las provincias más pobres, está la Meseta de Huang Tu Gao Yuan (meseta de tierra amarilla), conocida como Meseta de Loess. En ella se practicó la agricultura y recolección de leña durante siglos, lo que provocó su aridez y color amarillo. Gracias al programa Grain to Green (de Grano a Verde), se convirtió en uno de los proyectos exitosos de restauración ecológica. Se logró evitar la erosión, sequias e inundaciones y se mejoró la calidad de vida de los agricultores. Cerca de las zonas montañosas, si el clima es árido se puede formar un desierto, los sedimentos más finos, la arena y el polvo, transportados por el viento viajan kilómetros. Los granos de arena forman los desiertos arenosos con grandes dunas cuya arena se traslada lentamente, mientras que el polvo en el viento viaja kilómetros, hasta que éste se suaviza, pierde velocidad, no puede mantener el polvo en suspensión y éste se deposita en las llanuras formando una planicie, se lo llama Huang Tu, tierra amarilla y en geología su nombre técnico es Loess. Pocos lugares presentan grandes acumulaciones de loess, dependen de la existencia de un desierto cercano. En Sudamérica lo encontramos en Argentina y Paraguay, en la provincia de San Juan, asociado al Desierto del Monte se extiende una gran planicie de loess. También existe en el centro de Estados Unidos y al norte del desierto del Sahara. Pero el más extenso y espeso es el de China. La meseta considerada la más grande del mundo, se encuentra a 1200 metros de altura y su extensión es de más de 400 mil kilómetros cuadrados. Finos granos de color amarillo traídos por el viento se depositan en la meseta y en el rio que la atraviesa, dándole su color característico y su nombre Rio Amarillo (Huang Tu). Durante siglos, permitiendo el desarrollo de un gran imperio con una población gigantesca, se utilizaron estas tierras ideales para el cultivo. Entre los años 2852 y 2070 antes de Cristo, sobre la Meseta de Loess que ya abarcaba la superficie y el espesor actual de 400 metros, se construyeron ciudades amuralladas, palacios y también grandes obras de ingeniería para prevenir inundaciones y regar los cultivos. Entre los años 1637 aC hasta 1912 la meseta se convirtió en un lugar árido y sin vegetación, lo que provocó que las provincias que lo tenían, mitad desierto y mitad loess seco, se convirtieran en las zonas más pobres de China. Los fuertes vientos y lluvias la erosionaron rápidamente, pero la deforestación y construcción de terrazas para la agricultura de gran escala para producir granos son los que han acentuado la deshidratación de la meseta históricamente verde. Las investigaciones del Centro de Investigación para la Ciencias Eco-Medioambientales de la Academia China de las Ciencias sostiene que “la razón más importante para la erosión del suelo es el uso irracional del mismo, que además de las prácticas agrícolas, forestales y de otros tipos, se ha producido por un aumento en la densidad demográfica”, cuando la meseta era totalmente verde, hace 2000 años, por kilómetro cuadrado solo vivían 13 personas. En el año 2000 vivían 144 personas, para el 2015 eran 196, cuatro veces más que los que la habitaban en el año 1950. Además, la investigación señala, que con el fin de aumentar el rendimiento, desde 1985 ha aumentado el uso de fertilizantes, químicos, pesticidas y maquinaria. También la construcción descontrolada de terrazas y represas contribuyo con los desastres naturales como inundaciones y sequías. Esta restauración comienza en la década del 70, pero es a partir de 1999 que comienza el proyecto Grain to Green de combatir la erosión y terribles inundaciones, convirtiendo las tierras de cultivo en bosques, zonas arbustivas y pastizales. Este proyecto que se desarrollará hasta el año 2050, provocó serios problemas sociales que fue necesario atender, se compensó a los agricultores afectados con alimentos, subsidios, viviendas en otras zonas rurales con nuevos trabajos agrícolas y creando nuevas comunidades. Las tierras restauradas, junto al bosque, son reclamadas por los agricultores y como las regiones vecinas cada vez están más pobladas, aumenta la demanda de recursos y espacios. Esta recuperación de zonas rurales buscó conservar áreas claves para la actividad agrícola y mejorar su rendimiento. Se continúo con las terrazas, se mejoraron las instalaciones de conservación de agua y se utilizaron otras técnicas agrícolas, pastizales y arbustos, que junto a los programas de replantación provocaron que la capa vegetal aumente del 17 al 34 por ciento y el flujo de sedimentos de la meseta al rio se redujo considerablemente. El turismo, la agricultura y los nuevos desarrollos locales fueron muy importantes para la erradicación de la pobreza en esta región. Poco a poco la Meseta de Loess se recupera y trae prosperidad como antiguamente a la región. Fuente: Canal Encuentro – Internet / F. Martínez

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