LO REAL ,LA VERDAD Y EL VALOR

Es una gran verdad el saber discernir entre lo que es un valor y lo que es real. Por líneas generales esos aspectos van juntos y la valoración es más relevante que lo real. Si aceptamos una concepción del ser en la que este se manifieste como revelación podremos asegurarnos un plano real como lo manifiesto, lo que se nos da como un acontecer. Y ese acontecer en sí mismo es lo que es. Y no necesita de un sujeto para ser. Es lo que se llama la cosa en sí, aquello que la metafísica pretendió alcanzar a través del conocimiento. Pero todo esto queda embozado cuando el ser se interiorizó en un sujeto y pretendió ser conocido con alguna certeza por ese sujeto. Allí lo real se escindió en SUJETO-OBJETO. Y la verdad se configuró como una relación de adecuación entre un sujeto que conoce y el objeto conocido. Todo aquello que no puede ser objetivable pertenece al plano subjetivo y ya sabemos que la subjetivación se corresponde con algo que sólo le concierne al sujeto y nada más. Luego viene el plano de la valoración. No hay que confundir la verdad con la valoración. El valor es un agregado que hacemos a las cosas o de las conductas desde el plano moral (mores=costumbre). Por eso la idea de Bien siempre fue considerada algo bastante difícil de definir. ¿Hay un Bien en sí independiente de las cosas? Evidentemente no. Siempre el valor va depositado sobre una cosa o un acontecer determinado. Por eso y quien puede hoy en día fijar o decir lo que es bueno o malo de algo o de alguien. Por eso hay tanto lío en esta época en que los valores supremos con que se manejó una civilización como la occidental quizá mal llamada cristiana, se ven deteriorados o lo captamos como decadentes. De allí esa famosa frase de Nietzsche que dice DIOS HA MUERTO. Ya no hay juicios objetivos de valor sino que todo eso es visto en la pura subjetividad. Por: Héctor Cobas - hectorco@infovia.com.ar

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