NO SOLO SE ETIQUETAN LAS PERSONAS
Cuando hablamos de “Etiquetar”, obviamente no nos referimos a lo que puede suceder en las redes sociales. Nos estamos refiriendo al etiquetado que con mayor o menor conocimiento identificamos en algunos electrodomésticos, fundamentalmente de los últimos que hemos adquirido. Veremos que nuestra heladera está clasificada con una A acompañada de un color amarillo, y talvez nuestro nuevo lavarropas con una A++ acompañada de un color verde.
Esta escala de letras y colores representa una relación entre la energía que consume el artefacto y el producido que nos entrega, en la que el color rojo y las letras B, C etc expresan menor eficiencia mientras que la A con el color verde expresan mayor eficiencia, o dicho de otra manera para efectuar el mismo lavado de la misma cantidad de ropa con la misma calidad de higiene un artefacto emplea más energía (eléctrica, agua) y el otro menos.
Los etiquetados energéticos fueron apareciendo en las últimas décadas, como expresión de la necesidad de clasificar los artefactos y con ello racionalizar el consumo de energía. Existen normas internacionales que establecen estos parámetros. Inicialmente indicativas se fueron haciendo obligatorias.
No hace falta explicar la imperiosa necesidad de hacer un uso mas racional de las energías y en particular de las no renovables, y de ellas las más contaminantes.
Nuestra vivienda, y los edificios en general, no escapan a estos criterios y es asi que En la Provincia de Buenos Aires está vigente la Ley 13059, que en su:
Artículo 1: “La finalidad de la presente Ley, es establecer las condiciones de acondicionamiento térmico” …
Artículo 5: “En todos los casos la Autoridad de Aplicación deberá exigir previo a la expedición del permiso de inicio de obra, la presentación de la documentación técnica respectiva acorde con las normas IRAM”.
En ese marco las/os Arquitectas/os están capacitados para tener los conocimientos y herramientas necesarias para lograr la mayor eficiencia posible, de acuerdo con las posibilidades económicas de los clientes, tratando de subir lo máximo posible en la escala del etiquetado de las viviendas mediante el diseño.
Asimismo, los organismos de control municipales están en un proceso de capacitación y adecuación para poder llevar adelante el control que la Ley delega en los municipios.
El Colegio de Arquitectos de la Pcia de Buenos Aires, acompaña este proceso con difusión, capacitación y orientación.
Del mismo modo que cuando adquirimos un electrodoméstico, uno de los argumentos de venta o de compra es el etiquetado, ya que sabemos que esa condición es importante, incluso en la eventualidad de tener que desprendernos de él, caben las mismas consideraciones para nuestra vivienda.
Las/os arquitectas/os están capacitados para hacer que el proyecto de su vivienda, las remodelaciones, ampliaciones, en las existentes se realicen conforme las indicaciones de las normas IRAM en el marco de la Ley vigente.
La vivienda, será en lo inmediato mas eficiente, mas confortable y mas amigable con el medio, incrementando su valor actual o potencial, evitando, simultáneamente mayores gastos.
Cuidar el planeta consumiendo racionalmente la energía, mejorara nuestra calidad de vida, Un etiquetado favorable de nuestras viviendas va en esa dirección. Las/os arquitectas/os trabajan en ese sentido.
Por: Arq. Agustín Maceio (delegado) y Arq. Bibiana Picciani (subdelegado)
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