ÉTICA DE LA INFORMACIÓN


 

Vivimos interpretando, pero no todas las interpretaciones son iguales, no todos guardan el mismo respeto y distancia en relación con los hechos.
En el libro Los límites de la interpretación, de Umberto Eco, el autor nos enseña prácticas para tratar de limpiar nuestra interpretación de inevitables tendencias deformantes, de intereses que a veces tienen poco que ver con la realidad que vivimos.
Hay dos prácticas que son fundamentales:
1) Volver una y otra vez hacia la realidad que queremos interpretar, sería el principio de verificación.
2) Conocer las diversas interpretaciones y resolver o solucionar el desacuerdo a través de la palabra en diálogo abierto con los otros.
Eco trabajó en defensa de la necesidad de acercarnos a la verdad y establecer una ética de la información.
En 2015, año de su muerte, escribe dos artículos: “? Estamos todos locos?” y “Los necios y la prensa responsable”. Lejos de ser elitista o de faltar el respeto al pluralismo, principios ajenos a su pensamiento, Eco en este último artículo dice:
“Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a habla que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas.
Estos “idiotas “hacen un daño irreparable a la sociedad, amparados o dirigidos por políticos sin escrúpulos y por intereses económicos inconfesables. Y llevados al paroxismo por estrategias diseñadas de mentiras e intoxicaciones en las redes sociales, capaces de cambiar el curso de los hechos y falsear la opinión pública con el apoyo del Big Data.
La consultora de origen británico Cambridge Analytics, una compañía privada que cambiaría la minería de datos y el análisis de datos con la comunicación estratégica para las campañas publicitarias y políticas, fue conocida mundialmente en 2018 por vulnerar el derecho a la intimidad, en uno de los escándalos más grandes en las redes sociales al acceder ilegalmente a los datos de 87 millones de usuarios de Facebook en el mundo. Los miles de Trolls, personas anónimas que publican mensajes provocadores. Los bhots o bot, que generan mensajes automáticamente y otros dispositivos de generación de Fake News.
La verdad absoluta es inalcanzable pero si debemos preocuparnos en buscar la verdad relativa, aclarando nuestras interpretaciones, comparándolas con las de los demás y haciéndolas más respetuosas con los hechos.
A través de las palabras se expresa algo de uno y también se influye sobre los otros.
Por: María Martínez - Fuente: Internet

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