GUARDIANES DE LAS AVES MARINAS…LA ESCUELA QUE CUIDA AL MAR.
Cumplió tres años la propuesta educativa del programa marino destinada a la comunidad pesquera de Mar del Plata para la conservación de albatros y petreles.
¿Albatros? ¿Petrel?...No conozco esas palabras.
Es curioso cómo incorporamos nuevas palabras a nuestro vocabulario, probablemente no nos acordemos cuándo y de qué forma aprendimos la mayoría de ellas, sin embargo muchos niños y niñas de Mar del Plata aprendieron las palabras “albatros” y “petrel” a través del proyecto “Guardianes de las Aves Marinas”, en este caso materializado por Mikaela Vouilloz- responsable de Educación del programa marino de Aves Argentinas, la autora ha logrado compartir con parte de la comunidad en la que vive, no sólo las características de estos animales y sus problemas de conservación, sino también su belleza. Cuenta que una alumna de 8 años llamada Lucía le dijo:” Seño, ahora no me olvido más qué es un albatros, son hermosos”.
¿Albatros? ¿Petrel?...No conozco esas palabras.
Es curioso cómo incorporamos nuevas palabras a nuestro vocabulario, probablemente no nos acordemos cuándo y de qué forma aprendimos la mayoría de ellas, sin embargo muchos niños y niñas de Mar del Plata aprendieron las palabras “albatros” y “petrel” a través del proyecto “Guardianes de las Aves Marinas”, en este caso materializado por Mikaela Vouilloz- responsable de Educación del programa marino de Aves Argentinas, la autora ha logrado compartir con parte de la comunidad en la que vive, no sólo las características de estos animales y sus problemas de conservación, sino también su belleza. Cuenta que una alumna de 8 años llamada Lucía le dijo:” Seño, ahora no me olvido más qué es un albatros, son hermosos”.
Las aves marinas y la pesca:
En nuestro mar encontramos 35 especies diferentes de albatros y de petreles de las cuales la mayoría están amenazadas de extinción, la pesca con redes constituye una de las principales amenazas en altamar: el impacto con cables de arrastre de barcos pesqueros congeladores es el mayor problema registrado. Esto es lo que se llama “captura incidental”. ¿Qué se puede hacer para salvar a estas aves evitando que caigan en las redes?: el programa marino de Aves Argentinas trabaja en investigación, gestión y educación para evitar por todos los medios que se extingan estas especies, para ello se ha logrado que instructores se embarquen en pesqueros de alta mar y a partir de la información por ellos obtenida se generen recomendaciones para mitigar el impacto de la pesca sobre las poblaciones de albatros y petreles. En este sentido se promovieron y acompañaron procesos de políticas públicas ambientales como por ejemplo la resolución 3/2017 del Concejo Federal Pesquero que resolvió la obligatoriedad del uso de “líneas espantapájaros” en barcos pesqueros congeladores. Sin embargo, es necesario que estas actividades sean acompañadas de una propuesta educativa que acerque a la comunidad en general y a la comunidad pesquera en particular el conocimiento y las herramientas para que entre todos podamos salvar a las aves marinas.
En nuestro mar encontramos 35 especies diferentes de albatros y de petreles de las cuales la mayoría están amenazadas de extinción, la pesca con redes constituye una de las principales amenazas en altamar: el impacto con cables de arrastre de barcos pesqueros congeladores es el mayor problema registrado. Esto es lo que se llama “captura incidental”. ¿Qué se puede hacer para salvar a estas aves evitando que caigan en las redes?: el programa marino de Aves Argentinas trabaja en investigación, gestión y educación para evitar por todos los medios que se extingan estas especies, para ello se ha logrado que instructores se embarquen en pesqueros de alta mar y a partir de la información por ellos obtenida se generen recomendaciones para mitigar el impacto de la pesca sobre las poblaciones de albatros y petreles. En este sentido se promovieron y acompañaron procesos de políticas públicas ambientales como por ejemplo la resolución 3/2017 del Concejo Federal Pesquero que resolvió la obligatoriedad del uso de “líneas espantapájaros” en barcos pesqueros congeladores. Sin embargo, es necesario que estas actividades sean acompañadas de una propuesta educativa que acerque a la comunidad en general y a la comunidad pesquera en particular el conocimiento y las herramientas para que entre todos podamos salvar a las aves marinas.
Desafíos pedagógicos de la propuesta educativa del programa:
La propuesta educativa tiene como objetivo conservar las aves y el mar, entonces necesita provocar curiosidad y desafiar tanto la percepción como la imaginación, con esta finalidad motivadora, Mikaela plantea preguntas como¿ Alguien alguna vez vio un albatros? ¿ Cómo es la experiencia de estar embarcado? ¿Por qué se dice que las aves marinas están en peligro de extinción si alrededor de los barcos siempre hay un montón?
La mayoría de nosotros probablemente nunca haya visto un albatros en vivo y en directo, entonces ¿Cómo se muestra el tamaño de un albatros? Si nos dicen que puede medir hasta tres metros y medio de punta a punta de sus alas quizá no alcancemos a darnos cuenta de la dimensión, en cambio si en un taller alguien saca de un bolso un albatros de peluche (plegable) de tamaño real, quienes estén allí se sorprenderán mucho…los niños se ríen y preguntan si de verdad son así de enormes, es difícil imaginar un ave tan grande. Es necesario también crear un espacio donde “vivir en el mar” sea aprehensible, dado que el mar casi siempre es percibido desde tierra.
Todas las imágenes en las que vemos barcos pescando tienen en común que siempre están rodeadas de aves marinas. Los marineros que embarcan en el puerto de Mar del Plata suelen ser rotundos al respecto: “ Está lleno de aves”, dicen, esto constituye otro desafío para la percepción ya que implica por un lado, comprender que no todas las aves que se acercan a los barcos son de la misma especie, ni están igualmente amenazadas y por otro lado que en realidad no es que haya tantas sino que en ese momento en las redes de los barcos hay tanto alimento disponible que ¡ Cómo iban a estar en otra parte!
No es sencillo encarar una propuesta educativa ambiental dado que sobre la marcha los desafíos son múltiples, la idea es que llegue a niños desde 3 años hasta a adultos mayores y es aquí donde aparece lo que llamamos la “complejidad ambiental”, a saber: cuando conocemos que una especie o un ambiente está en peligro, nos resulta sencillo identificar a algunos actores sociales como las organizaciones ambientales, pero ¿Quiénes más forman parte de los conflictos ambientales?, Es al hacernos esta pregunta cuando aparece un cúmulo de actores con diversos intereses y discursos que complican y enriquecen las interpretaciones del problema.
Entonces ¿Cómo educar en la complejidad? La escuela es la clave y el juego su inefable auxiliar. Todas las personas que alguna vez participaron de un taller de Guardianes de las Aves Marinas lo saben: Jugando es como se comprende más fácilmente la complejidad ambiental, entendimos que desde el juego articulado con un pensamiento crítico podremos encontrar las mejores estrategias para conservar al mar y a las aves marinas.
La propuesta educativa tiene como objetivo conservar las aves y el mar, entonces necesita provocar curiosidad y desafiar tanto la percepción como la imaginación, con esta finalidad motivadora, Mikaela plantea preguntas como¿ Alguien alguna vez vio un albatros? ¿ Cómo es la experiencia de estar embarcado? ¿Por qué se dice que las aves marinas están en peligro de extinción si alrededor de los barcos siempre hay un montón?
La mayoría de nosotros probablemente nunca haya visto un albatros en vivo y en directo, entonces ¿Cómo se muestra el tamaño de un albatros? Si nos dicen que puede medir hasta tres metros y medio de punta a punta de sus alas quizá no alcancemos a darnos cuenta de la dimensión, en cambio si en un taller alguien saca de un bolso un albatros de peluche (plegable) de tamaño real, quienes estén allí se sorprenderán mucho…los niños se ríen y preguntan si de verdad son así de enormes, es difícil imaginar un ave tan grande. Es necesario también crear un espacio donde “vivir en el mar” sea aprehensible, dado que el mar casi siempre es percibido desde tierra.
Todas las imágenes en las que vemos barcos pescando tienen en común que siempre están rodeadas de aves marinas. Los marineros que embarcan en el puerto de Mar del Plata suelen ser rotundos al respecto: “ Está lleno de aves”, dicen, esto constituye otro desafío para la percepción ya que implica por un lado, comprender que no todas las aves que se acercan a los barcos son de la misma especie, ni están igualmente amenazadas y por otro lado que en realidad no es que haya tantas sino que en ese momento en las redes de los barcos hay tanto alimento disponible que ¡ Cómo iban a estar en otra parte!
No es sencillo encarar una propuesta educativa ambiental dado que sobre la marcha los desafíos son múltiples, la idea es que llegue a niños desde 3 años hasta a adultos mayores y es aquí donde aparece lo que llamamos la “complejidad ambiental”, a saber: cuando conocemos que una especie o un ambiente está en peligro, nos resulta sencillo identificar a algunos actores sociales como las organizaciones ambientales, pero ¿Quiénes más forman parte de los conflictos ambientales?, Es al hacernos esta pregunta cuando aparece un cúmulo de actores con diversos intereses y discursos que complican y enriquecen las interpretaciones del problema.
Entonces ¿Cómo educar en la complejidad? La escuela es la clave y el juego su inefable auxiliar. Todas las personas que alguna vez participaron de un taller de Guardianes de las Aves Marinas lo saben: Jugando es como se comprende más fácilmente la complejidad ambiental, entendimos que desde el juego articulado con un pensamiento crítico podremos encontrar las mejores estrategias para conservar al mar y a las aves marinas.
¿Quién quiere ser guardián?
Desde 2018 el programa cuenta con el aval de la Secretaría de Educación del Municipio de General Pueyrredón y desde 2016 hasta estos días al menos 4500 personas y unas 48 escuelas realizaron estos talleres, el programa tuvo participación en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Biología, además de charlas y cursos en la Escuela Nacional de Pesca “Comandante Luis Piedrabuena.
Este año, con el objetivo de celebrar el Día Mundial de los Océanos, junto a la Escuela Nacional de Pesca, el programa organizó el Primer Concurso de Dibujo y Pintura “Guardianes de las Aves Marinas” que fue declarado de interés por el Honorable Concejo Deliberante del partido de General Pueyrredón y contó con una participación de más de 130 personas.
Paralelamente el programa desarrolla acciones de conservación en altamar, a bordo de buques pesqueros, actualmente las unidades de trabajo son tres: buques congeladores australes, buques congeladores merluceros y los buques fresqueros convencionales, aunque esta última flota estuvo históricamente asociada a la ciudad de Mar Del Plata, en los últimos dos años se ha desplazado hacia la Patagonia en busca del langostino, sin embargo sus tripulantes siguen siendo marplatenses. Leo Tamini, coordinador del Programa Marino, afirma que cuando iniciaron los estudios a bordo de los fresqueros convencionales, identificaron las especies de aves marinas que estaban siendo afectadas por enredos con las redes, los marineros podían actuar para rescatar a las aves desenredándolas cuidadosamente, de hecho en esos primeros viajes al mar, una de cada cuatro aves fue liberada por los marineros. Estos eventos dispararon varias ideas de trabajo junto con las tripulaciones para destacar la importancia de que esas aves fueran rescatadas y de qué forma hacerlo para no dañarlas. Así nació la idea de armar este proyecto educativo. La propuesta que hoy desarrolla nuestro programa articula con las prácticas de conservación en el mar trabajando con los marineros, con sus familias y finalmente con la sociedad portuaria marplatense en su conjunto.
El equipo de Guardianes de las Aves Marinas está abierto a todas las personas que quieran integrarse y formar parte de él, el único requisito es animarse a asumir el desafío de ayudar a salvar a estas aves marinas compartiendo esta información con amigos, familiares, personas allegadas. La suscripción obviamente es gratuita en http//www.avesargentinas.org.ar/guardianes-aves-marinas para comenzar un intercambio de comunicación.
Desde 2018 el programa cuenta con el aval de la Secretaría de Educación del Municipio de General Pueyrredón y desde 2016 hasta estos días al menos 4500 personas y unas 48 escuelas realizaron estos talleres, el programa tuvo participación en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Biología, además de charlas y cursos en la Escuela Nacional de Pesca “Comandante Luis Piedrabuena.
Este año, con el objetivo de celebrar el Día Mundial de los Océanos, junto a la Escuela Nacional de Pesca, el programa organizó el Primer Concurso de Dibujo y Pintura “Guardianes de las Aves Marinas” que fue declarado de interés por el Honorable Concejo Deliberante del partido de General Pueyrredón y contó con una participación de más de 130 personas.
Paralelamente el programa desarrolla acciones de conservación en altamar, a bordo de buques pesqueros, actualmente las unidades de trabajo son tres: buques congeladores australes, buques congeladores merluceros y los buques fresqueros convencionales, aunque esta última flota estuvo históricamente asociada a la ciudad de Mar Del Plata, en los últimos dos años se ha desplazado hacia la Patagonia en busca del langostino, sin embargo sus tripulantes siguen siendo marplatenses. Leo Tamini, coordinador del Programa Marino, afirma que cuando iniciaron los estudios a bordo de los fresqueros convencionales, identificaron las especies de aves marinas que estaban siendo afectadas por enredos con las redes, los marineros podían actuar para rescatar a las aves desenredándolas cuidadosamente, de hecho en esos primeros viajes al mar, una de cada cuatro aves fue liberada por los marineros. Estos eventos dispararon varias ideas de trabajo junto con las tripulaciones para destacar la importancia de que esas aves fueran rescatadas y de qué forma hacerlo para no dañarlas. Así nació la idea de armar este proyecto educativo. La propuesta que hoy desarrolla nuestro programa articula con las prácticas de conservación en el mar trabajando con los marineros, con sus familias y finalmente con la sociedad portuaria marplatense en su conjunto.
El equipo de Guardianes de las Aves Marinas está abierto a todas las personas que quieran integrarse y formar parte de él, el único requisito es animarse a asumir el desafío de ayudar a salvar a estas aves marinas compartiendo esta información con amigos, familiares, personas allegadas. La suscripción obviamente es gratuita en http//www.avesargentinas.org.ar/guardianes-aves-marinas para comenzar un intercambio de comunicación.
Por: Bibiana Manfroni
Bibliografía: Aves Argentinas. Revista de Naturaleza y Conservación Nº 55. Septiembre 2019.
Nota: Guardianes de las Aves Marinas. La Escuela que Cuida al Mar.
Micaela Vouilloz. Responsable de Educación del Programa Marino de Aves Argentinas.
Artículo: de la educación en tierra a las acciones de conservación en el mar.
Leo Tamini. Coordinador del Programa Marino. Director adjunto de Conservación de Aves Argentinas.
Nota: Guardianes de las Aves Marinas. La Escuela que Cuida al Mar.
Micaela Vouilloz. Responsable de Educación del Programa Marino de Aves Argentinas.
Artículo: de la educación en tierra a las acciones de conservación en el mar.
Leo Tamini. Coordinador del Programa Marino. Director adjunto de Conservación de Aves Argentinas.
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