VALIJITAS JULIANA



A principios de los años 80 los juguetes para nenas eran los clásicos bebes, cocinitas, cochecitos, etc., en las jugueterías había muchas opciones para nenes pero las nenas casi no tenían juguetes.
En 1983, el matrimonio de Ana y Héctor Bircz, ella contadora que trabajaba como profesora de secundario y el ingeniero químico en una fábrica de inyección de plástico y otra de soplado de plástico.
Buscaban una actividad que les permitiera mejorar su situación económica y pensaron en juegos para niños. Decidieron apostar a los juguetes para niñas que buscaran jugar con algo distinto a las muñecas.
Comienzan con la idea de hacer un juego de café. Es entonces cuando Héctor, enviado por la empresa en que trabajaba a la exposición anual de plásticos, viaja a Alemania a la ciudad de Dusseldorf. De regreso pasa por Israel a visitar a su hermano en la ciudad de Haifa, y en una juguetería ve una valijita, hecha en Alemania, para jugar a la mama, con mamadera, pañal y manta.
Deciden no fabricar el juego de café y hacer una valijita. Luego de un año y medio y de invertir hasta el último peso que tenían, tienen su valijita.
Buscan armadores de juguetes en el barrio y así con un grupo de vecinos colocan los adhesivos y los elementos para cuidar al bebe en cada valijita. Piensan llamarla Julieta, los stickers pegados a mano dicen “Julieta”.
Cuando van a patentarlo el nombre ya estaba patentado. Resuelven llamarla Juliana, así solo deben cambiar dos letras en el sticker.
Antes del Día del Niño del año 1984, un vendedor mayorista de juguetes, padre de un compañero de escuela de sus hijos, sale con las primeras 2.000 valijitas. En menos de una semana había vendido todas. Los Bircz con la ganancia de las 2.000 vendidas producen 5.000.
Las fabricaban en un patio abierto, cuando el clima no los acompañaba y había tormentas guardaban todo por toda la casa.
Las 5.000 valijitas como las 2.000 primeras se venden rápidamente. En ese primer año producen 10.000 y agotan el stock. Entonces alquilan un depósito y comienzan a viajar anualmente a ferias internacionales.
Pronto aparece con mucho éxito, en el mundo laboral machista de los 80, Juliana Doctora, a la que siguen otros temas para dar la posibilidad de elección, aparecen Juliana veterinaria, ecologista, periodista y otras más. En la actualidad fabrican más de 200.000 al año.
En 34 años de las valijitas ponen 64 modelos diferentes en las jugueterías, acompañando a más de tres generaciones de argentinas.
En la actualidad es una empresa familiar. Sus tres hijos están en ella. Van a lanzar una nueva línea “Juli Forever” para pre teens, compatible con las redes sociales y la tecnología, con auriculares y el palito para las selfies.
Las últimas tres valijas fueron: Juliana diseñadora de uñas, Juliana decora tu pelo y la ultima de tatuajes que trae más de 35 tatuajes transfer hechos con el mejor proveedor de tatto maker, que es un crayón para hacer los tatuajes a mano.
En una entrevista Ana comenta que los niños se vuelcan a los dispositivos tecnológicos y que es un desafío crear juguetes que los sigan atrayendo, especialmente a las nenas que se van temprano de las jugueterías.
Hace 20 años la publicidad se hacía por los canales de televisión y luego en el cable. Ahora la venta y publicidad tiene como desafío ver dónde está la audiencia infantil en el universo digital.
Pero a pesar de las Tablet, la Play, Netflix y todo lo demás, junto al arbolito de Navidad, los zapatitos puestos a los Reyes Magos o cada cumpleaños las chicas siguen abriendo sus valijitas Juliana.
Por: María Mar - Fuente: Internet

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