"ESPIADORES DE AVES..."
La observación de aves, “birdwatching” como se le dice en la mayor parte del mundo, es una actividad creciente que consiste en observar aves silvestres en su medio natural, sin atraparlas, ni molestarlas, solamente portando unos prismáticos, papel y lápiz para hacer anotaciones y eventualmente la cámara de fotos. Al definir esta actividad, daría la impresión de ser algo un poco tedioso y carente de acción, sin embargo es un hobby que en muchos casos comienza como una excusa para salir a despejar la mente y termina siendo una pasión que abre caminos inimaginables como la generación de vínculos con personas que comparten la misma actividad, la creación de grupos que al familiarizarse con el medioambiente va despertando la necesidad de protegerlo, de preservarlo, además el observador de aves se va armando casi sin darse cuenta, de un bagaje incalculable de conocimientos del medio natural a la vez que se rodea de amigos tanto humanos como alados.
Las aves constituyen uno de los grupos de animales más vistosos y accesibles, con casi diez mil especies vivientes han colonizado la mayor parte del planeta conquistando incluso altas montañas, océanos y continentes helados. Además de ser fáciles de observar, tienen cantos, comportamientos e historias naturales variadas y apasionantes. El mundo “emplumado” al que los observadores de aves acceden casi como un juego, termina convertido en una cautivante fuente de curiosidad que conduce a querer conocer cómo funciona el hábitat de las aves con las que hasta ese momento convivía sin prestarles atención, luego querrá saber cómo es su conducta, cómo y cuándo nacen sus crías, dónde anidan, dónde duermen, de qué se alimentan, quiénes son sus predadores, hasta qué distancia pueden volar sin agotarse, por qué hay especies que migran de uno a otro hemisferio, cómo pasan los inviernos…así sin percibirlo, el observador de aves habrá incorporado para siempre una imbatible empatía por el mundo natural que lo rodea, generando en su interior la necesidad de batallar para despertar otras conciencias protectoras de este entorno frágil y generoso que nos cobija a todos.
En Argentina tenemos una diversidad que ronda las mil especies de aves, entrar en su mundo suele convertirse en una actividad apasionante para toda la vida. Por tal motivo existe una institución como Aves Argentinas fundada en 1916 y como satélites de ella han ido surgiendo en distintas localidades del país los COAS ( Clubes de Observadores de Aves), todas agrupaciones sin fines de lucro cuyo objetivo es la reunión de personas que se deleitan observando a las aves en libertad y su entorno, organizando salidas de campo, charlas, exposición de videos relacionados con la temática, intercambio de ideas con el fin último de difundir la necesidad de proteger la vida de nuestra fauna silvestre y la vegetación nativa que la cobija.
¿Cómo son las aves?
Son vertebrados de sangre caliente, se reproducen por medio de huevos, sus “brazos” se han modificado para convertirse en alas y sus patas se han adaptado según la especie para caminar, trepar, saltar o nadar, sus mandíbulas se han convertido en un estuche córneo (pico) cuya forma variada les permite tomar los alimentos. Su exclusividad son las plumas que entre otras funciones les garantizan el vuelo. Las plumas aparecieron por primera vez en un grupo de dinosaurios: rastros de plumas en fósiles de estos reptiles hace pensar a la mayoría de los paleontólogos que las aves son dinosaurios vivientes.
Son vertebrados de sangre caliente, se reproducen por medio de huevos, sus “brazos” se han modificado para convertirse en alas y sus patas se han adaptado según la especie para caminar, trepar, saltar o nadar, sus mandíbulas se han convertido en un estuche córneo (pico) cuya forma variada les permite tomar los alimentos. Su exclusividad son las plumas que entre otras funciones les garantizan el vuelo. Las plumas aparecieron por primera vez en un grupo de dinosaurios: rastros de plumas en fósiles de estos reptiles hace pensar a la mayoría de los paleontólogos que las aves son dinosaurios vivientes.
Uno de los sentidos mejor desarrollados en las aves es la vista: las águilas y halcones con la luz del día pueden detectar presas a más de un kilómetro de distancia, las lechuzas con sus grandes ojos ubicados en forma frontal pueden ver un ratón en la oscuridad.
¿Cómo se comportan?
Uno de los aspectos que apasiona a los observadores de aves es analizar su conducta: Cortejos, armado de nidos, técnicas de alimentación, también su canto, sus desplazamientos, competencia con otras especies, migraciones, algunas situaciones sorprendentes como ocurre con algunas aves marinas, como los albatros y petreles que pasan casi todo el año vagando en alta mar pero en la temporada reproductiva se dirigen a su sitio de cría que puede ser una isla pequeña en algún lugar del océano. Es una tarea enriquecedora aprender a interpretar esas conductas.
Uno de los aspectos que apasiona a los observadores de aves es analizar su conducta: Cortejos, armado de nidos, técnicas de alimentación, también su canto, sus desplazamientos, competencia con otras especies, migraciones, algunas situaciones sorprendentes como ocurre con algunas aves marinas, como los albatros y petreles que pasan casi todo el año vagando en alta mar pero en la temporada reproductiva se dirigen a su sitio de cría que puede ser una isla pequeña en algún lugar del océano. Es una tarea enriquecedora aprender a interpretar esas conductas.
¿Qué las afecta hoy?
Las acciones del hombre empobrecieron a nuestro planeta al eliminar del mundo para siempre más de cien especies de aves y dejar hoy a más de mil especies en situación de peligro de extinción a causa de la destrucción de sus ambientes naturales, la contaminación, la caza, la introducción de animales exóticos que no pertenecen a la región, la construcción de represas que alteran el clima y el curso de los ríos, la propagación de enfermedades. Algunos de estos problemas tienen que ver con la falta de planificación regional y el inadecuado manejo de los recursos naturales. Los humanos actuamos como si nosotros no fuésemos afectados pero formamos parte y por ende también hacemos peligrar nuestro futuro como especie. No nos ponemos a pensar que cada especie- incluida la nuestra- es el resultado de miles y miles de años de evolución por lo tanto está intrínsecamente ligada al sitio en donde vive: un ave de pastizales, por ejemplo una cachirla, no puede vivir en una plantación de soja ni en un monocultivo de eucalipto, porque no hallará sitio donde alimentarse ni anidar. Tampoco un águila crestada que habita en el dosel de la selva podrá vivir y cazar en un pinar, entonces comienza su extinción. Otras aves sufren el trampeo en jaulas y otras la cacería “deportiva” (como si matar fuese un deporte), esto pasa con la matanza de cauquenes que afectó seriamente al cauquén colorado, hoy al borde de la desaparición.
Las acciones del hombre empobrecieron a nuestro planeta al eliminar del mundo para siempre más de cien especies de aves y dejar hoy a más de mil especies en situación de peligro de extinción a causa de la destrucción de sus ambientes naturales, la contaminación, la caza, la introducción de animales exóticos que no pertenecen a la región, la construcción de represas que alteran el clima y el curso de los ríos, la propagación de enfermedades. Algunos de estos problemas tienen que ver con la falta de planificación regional y el inadecuado manejo de los recursos naturales. Los humanos actuamos como si nosotros no fuésemos afectados pero formamos parte y por ende también hacemos peligrar nuestro futuro como especie. No nos ponemos a pensar que cada especie- incluida la nuestra- es el resultado de miles y miles de años de evolución por lo tanto está intrínsecamente ligada al sitio en donde vive: un ave de pastizales, por ejemplo una cachirla, no puede vivir en una plantación de soja ni en un monocultivo de eucalipto, porque no hallará sitio donde alimentarse ni anidar. Tampoco un águila crestada que habita en el dosel de la selva podrá vivir y cazar en un pinar, entonces comienza su extinción. Otras aves sufren el trampeo en jaulas y otras la cacería “deportiva” (como si matar fuese un deporte), esto pasa con la matanza de cauquenes que afectó seriamente al cauquén colorado, hoy al borde de la desaparición.
Otras padecen la contaminación por agrotóxicos, residuos venenosos de la minería y desechos industriales. Por último la introducción de especies exóticas también es causa de enormes alteraciones de los ambientes naturales: esta invasión puede ser voluntaria o involuntaria, ya sea de animales o plantas de otras regiones del mundo, ocurre así que muchas plantas que no tienen los predadores naturales de su lugar de origen se vuelven inconteniblemente invasoras, sofocando el desarrollo de las nativas, entonces empiezan a desaparecer los animales que se nutrían de ellas, invadidas ahora por exóticas.
También la fauna exótica sin los controles naturales de su lugar de origen puede volverse una grave amenaza, esto está ocurriendo con el estornino pinto: un ave del viejo mundo liberada hace unos años en Buenos Aires se convirtió en un problema para las aves nativas al competir con ellas en la selección de huecos para nidificar y en la obtención de alimentos, es común verlos sacar de su nido a aves nativas como el carpintero real, para ocupárselo dejando a la deriva a nuestro carpintero. Otro caso es el que se da en Patagonia a partir de la introducción de visones: mamíferos carnívoros que saquean nidos, pichones y aves adultas, su expansión por la meseta ha llevado a un ave emblemática de la región, el “macá tobiano” a encontrarse hoy al borde de la extinción.
La observación de aves se expande, cada vez es mayor la cantidad de turistas que se desplazan en búsqueda de esos maravillosos seres alados y emplumados. Argentina es uno de los destinos preferidos para desplegar la actividad y es nuestro querido hornero, ave nacional, una de las aves que hace llegar a miles de observadores, no por su aspecto, demasiado modesto y descolorido, sino por el ingenio que pone para armar un nido tan perfecto sólo con su pico como herramienta.
Como en todas las actividades, en la observación de aves también existe la ética, el observador de aves debe ser conciente del perjuicio que puede ocasionar su labor si no la ejerce con responsabilidad y respeto: el bienestar y seguridad de las aves tiene que ser la condición primera, es imprescindible interferir lo menos posible en la vida del ave como en cada sitio por donde se transite, evitando dejar sus rastros, conservando el entorno tal como lo encontró. Esta es la principal premisa de un verdadero “espiador” de aves, respetuoso y amante de la Naturaleza.
Por: Bibiana Manfroni
Bibliografía.
Manual del Observador de Aves. Tito Narosky. Andrés Bosso. Editorial Albatros.
El Observador de Aves, Autobiografía de una generación. Tito Narosky. Aves Argentinas- BirdLife Internacional.
Aves Argentinas. Guía de Campo Digital.
Manual del Observador de Aves. Tito Narosky. Andrés Bosso. Editorial Albatros.
El Observador de Aves, Autobiografía de una generación. Tito Narosky. Aves Argentinas- BirdLife Internacional.
Aves Argentinas. Guía de Campo Digital.
Comentarios
Publicar un comentario