40 AÑOS DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES
En el Día del Animal se rinde homenaje a todas las formas de vida animal. Se celebra el 4 de octubre de cada año y fue instituido en conmemoración de San Francisco de Asís, quien puso la dignidad del ser humano al mismo nivel de todo lo creado por Dios, incluyendo los animales.
En ese día en los cinco continentes se realizan actividades en beneficio de la vida animal.
En el año 1980, el Papa Juan Pablo II, nombró a San Francisco patrono de los Animales y los Ecologistas.
Los animales tienen derechos que los protegen del maltrato del hombre. En 1978, la Liga Internacional de los Derechos del Animal proclamó la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, que cuenta con más de 14 artículos.
Los animales tienen derechos que los protegen del maltrato del hombre. En 1978, la Liga Internacional de los Derechos del Animal proclamó la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, que cuenta con más de 14 artículos.
Posteriormente fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En nuestro país está la Ley 14.346, consta de 3 artículos que establecen que actos serán declarados de maltrato y crueldad, y condena con 15 días a un año de prisión. Es la llamada “Ley Sarmiento “de Protección de los Animales Contra Actos de Crueldad.
Hoy en día, principalmente por causas humanas, casi el 40% de todas las especies animales del planeta están en peligro de extinción.
Casi todos los países procuran detener estas causas, disminuyendo la caza y el consumo indiscriminado, el comercio ilegal, la contaminación etc. En esto trabajan organizaciones sin fines de lucro, gobiernos, empresas y personas.
Una forma de eliminar el comercio de animales, es no comprar, sino adoptar las mascotas. Existen organizaciones sin fines de lucro que difunden los derechos de los animales, realizan actividades en todos los países como por ejemplo: la vacunación gratuita de mascotas y recolección de fondos para mantener refugios de animales.
En Argentina en el año 1908, por inspiración de Clemente Onelli, director del Jardín Zoológico de Buenos Aires, e Ignacio Lucas Albarracín, presidente de la Asociación Protectora de Animales, se instituyó el Día del Animal con un acto oficial en el zoológico.
Veinte años después, muere Albarracín el 29 de abril de 1926, y es a partir de entonces que se celebra este día los 29 de abril de cada año.
En nuestro país está la Ley 14.346, consta de 3 artículos que establecen que actos serán declarados de maltrato y crueldad, y condena con 15 días a un año de prisión. Es la llamada “Ley Sarmiento “de Protección de los Animales Contra Actos de Crueldad.
Hoy en día, principalmente por causas humanas, casi el 40% de todas las especies animales del planeta están en peligro de extinción.
Casi todos los países procuran detener estas causas, disminuyendo la caza y el consumo indiscriminado, el comercio ilegal, la contaminación etc. En esto trabajan organizaciones sin fines de lucro, gobiernos, empresas y personas.
Una forma de eliminar el comercio de animales, es no comprar, sino adoptar las mascotas. Existen organizaciones sin fines de lucro que difunden los derechos de los animales, realizan actividades en todos los países como por ejemplo: la vacunación gratuita de mascotas y recolección de fondos para mantener refugios de animales.
En Argentina en el año 1908, por inspiración de Clemente Onelli, director del Jardín Zoológico de Buenos Aires, e Ignacio Lucas Albarracín, presidente de la Asociación Protectora de Animales, se instituyó el Día del Animal con un acto oficial en el zoológico.
Veinte años después, muere Albarracín el 29 de abril de 1926, y es a partir de entonces que se celebra este día los 29 de abril de cada año.
Podemos conocer a las personas según el trato que les dan a los animales. San Francisco de Asís dijo:
“Si tienes hombres que excluyan a alguna de las criaturas de Dios del refugio de la compasión y la pena, tendrás hombres que interactuarán de igual modo con sus semejantes humanos”.
Hoy en día, en el sitio de “El encantador de perros”, encontramos esta reflexión hecha por Conchi Moreno:
“Mi perro no es mi hijo. Estoy harta de oír a gente que diga “como no tenes hijos, tu perro es como tu hijo “o “tratas al perro como un hijo y no lo es”.
Sé que no es mi hijo, es mi PERRO. No soy madre, no lo soy pero tengo claro que el sentimiento de una madre a un hijo no se puede igualar y no puedo imaginar cómo será.
Tengo un perro, un perro al que adoro sí, pero es un perro. A diferencia de un hijo mi perro nunca se hará mayor mentalmente, no se ira de casa o me cuidara cuando sea viejita. No se hará independiente ni valido por sí mismo, siempre me va a necesitar para poder comer, beber o simplemente hacer deporte.
Nunca será adolescente y como además tampoco hablará no escucharé nunca frases típicas de un hijo o hija adolescente como “es que no me entiendes”, “que pesada eres”, “no tienes ni idea”. Al igual que esas cosas, tampoco oiré un “te quiero”, “gracias”, “te necesito”.
No me juzgará, ni me cuestionará mis ideas o mis decisiones. No me pedirá una Play, un juguete, un capricho.
A diferencia de un hijo, nunca veré parte de mí en mi perro, ni física ni psicológicamente, es decir, no veré un legado. Veré a mi perro crecer tanto que le veré envejecer, y no el a mi como lo haría un hijo. No solo seré quien lo cuide sino seré quien lo vea irse para siempre, así, de manera natural y no por una desgracia de la vida. Simplemente, ese será nuestro destino.
Mi perro es un animal, no una persona, y tampoco es mi hijo. Sin embargo, yo si soy su madre. ¿Irónico? ¿Cómo puede ser?. Creo que ha quedado claro lo que es un hijo, pero…?una madre? ¿qué crees que es una madre?
Para mí, una madre es alguien que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, cambia su vida para el bienestar de su familia. Una madre mima, educa y quiere incondicionalmente siempre. Por todo esto mi perro no es mi hijo, pero yo si soy su madre.
Soy todo lo que tiene, soy su líder de la manada. No soy su ama, ni dueña. Para el soy parte de su familia, de lo que para un perro es su familia. Me da pena quien no lo entienda porque jamás sabrán lo que es sentir el amor de un ser que no habla, que no madura, que no se expresa como un humano. No podrán tener lo que yo tengo al observar esa mirada con la que mi perro me lo dice todo.
Mi perro no es mi hijo, pero yo soy su madre, gracias a mí, tiene una vida plena, sana y que con tan poco es feliz y no te exige nada más. A cambio de lo que para un humano es apenas nada, tú eres su todo.
Madre-hijo es una conexión natural, que sale sola y que es inigualable seguro. Pero la conexión con un animal no lo es, no todo el mundo puede acceder a esa sensación tan maravillosa.
Solo espero que los hijos de esas personas que no entienden lo que yo siento y que no comprenden la importancia de un animal para algunas personas, que sus hijos tengan un animal (ya sea perro, gato, caballo…) y puedan obtener esa conexión que yo tengo con mi perro.”
El 10 de diciembre se conmemora el Día universal de los Derechos Animales. Desde 1998, organizaciones que representan a cientos de miles de personas dedicadas a este tema, hacen un llamado al reconocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Animales, que se traduce en cuatro derechos básicos: a la vida, a la libertad, a no ser torturados y a no ser considerados propiedad.
Esta fecha coincide con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la intención es ampliar los contenidos en esta, a todos los seres capaces de sentir dolor y placer.
El Día del Animal, es una jornada para crear conciencia. El principal objetivo es recordar la importancia de las otras especies animales que viven con nosotros en este planeta, victimas muchas veces del egoísmo y crueldad de los humanos.
“Si tienes hombres que excluyan a alguna de las criaturas de Dios del refugio de la compasión y la pena, tendrás hombres que interactuarán de igual modo con sus semejantes humanos”.
Hoy en día, en el sitio de “El encantador de perros”, encontramos esta reflexión hecha por Conchi Moreno:
“Mi perro no es mi hijo. Estoy harta de oír a gente que diga “como no tenes hijos, tu perro es como tu hijo “o “tratas al perro como un hijo y no lo es”.
Sé que no es mi hijo, es mi PERRO. No soy madre, no lo soy pero tengo claro que el sentimiento de una madre a un hijo no se puede igualar y no puedo imaginar cómo será.
Tengo un perro, un perro al que adoro sí, pero es un perro. A diferencia de un hijo mi perro nunca se hará mayor mentalmente, no se ira de casa o me cuidara cuando sea viejita. No se hará independiente ni valido por sí mismo, siempre me va a necesitar para poder comer, beber o simplemente hacer deporte.
Nunca será adolescente y como además tampoco hablará no escucharé nunca frases típicas de un hijo o hija adolescente como “es que no me entiendes”, “que pesada eres”, “no tienes ni idea”. Al igual que esas cosas, tampoco oiré un “te quiero”, “gracias”, “te necesito”.
No me juzgará, ni me cuestionará mis ideas o mis decisiones. No me pedirá una Play, un juguete, un capricho.
A diferencia de un hijo, nunca veré parte de mí en mi perro, ni física ni psicológicamente, es decir, no veré un legado. Veré a mi perro crecer tanto que le veré envejecer, y no el a mi como lo haría un hijo. No solo seré quien lo cuide sino seré quien lo vea irse para siempre, así, de manera natural y no por una desgracia de la vida. Simplemente, ese será nuestro destino.
Mi perro es un animal, no una persona, y tampoco es mi hijo. Sin embargo, yo si soy su madre. ¿Irónico? ¿Cómo puede ser?. Creo que ha quedado claro lo que es un hijo, pero…?una madre? ¿qué crees que es una madre?
Para mí, una madre es alguien que se sacrifica por sus hijos, cuida de ellos, cambia su vida para el bienestar de su familia. Una madre mima, educa y quiere incondicionalmente siempre. Por todo esto mi perro no es mi hijo, pero yo si soy su madre.
Soy todo lo que tiene, soy su líder de la manada. No soy su ama, ni dueña. Para el soy parte de su familia, de lo que para un perro es su familia. Me da pena quien no lo entienda porque jamás sabrán lo que es sentir el amor de un ser que no habla, que no madura, que no se expresa como un humano. No podrán tener lo que yo tengo al observar esa mirada con la que mi perro me lo dice todo.
Mi perro no es mi hijo, pero yo soy su madre, gracias a mí, tiene una vida plena, sana y que con tan poco es feliz y no te exige nada más. A cambio de lo que para un humano es apenas nada, tú eres su todo.
Madre-hijo es una conexión natural, que sale sola y que es inigualable seguro. Pero la conexión con un animal no lo es, no todo el mundo puede acceder a esa sensación tan maravillosa.
Solo espero que los hijos de esas personas que no entienden lo que yo siento y que no comprenden la importancia de un animal para algunas personas, que sus hijos tengan un animal (ya sea perro, gato, caballo…) y puedan obtener esa conexión que yo tengo con mi perro.”
El 10 de diciembre se conmemora el Día universal de los Derechos Animales. Desde 1998, organizaciones que representan a cientos de miles de personas dedicadas a este tema, hacen un llamado al reconocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Animales, que se traduce en cuatro derechos básicos: a la vida, a la libertad, a no ser torturados y a no ser considerados propiedad.
Esta fecha coincide con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la intención es ampliar los contenidos en esta, a todos los seres capaces de sentir dolor y placer.
El Día del Animal, es una jornada para crear conciencia. El principal objetivo es recordar la importancia de las otras especies animales que viven con nosotros en este planeta, victimas muchas veces del egoísmo y crueldad de los humanos.
Por: María Mar - fuente: Internet
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