El profesor Charan Ranganath, director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California, es uno de los neurocientíficos más importantes en el estudio de la memoria.
En una entrevista con la BBC, habló de cuatro malos hábitos, que, según él, afectan la capacidad de recordar de nuestro cerebro y ofrece la forma para corregirlos.
No descansar lo suficiente: con los años se tiende a dormir menos, además distintos tipos de problemas cotidianos pueden alterar la calidad del sueño.
Dice Ranganath:¨ Ahora sabemos que el cerebro cuenta con un sistema que drena las toxinas que se acumulan en él, incluida la proteína Amiloide, la cual está implicada en la aparición del Alzheimer. Este sistema se pone en marcha durante la noche¨.
También explicó que el sueño tiene una función restauradora. ¨Si una persona no duerme lo suficiente, la función frontal del cerebro se reduce, lo mismo que su nivel de tolerancia al estrés, y, por lo tanto, no es capaz de enfocarse debidamente¨.
El cerebro también organiza nuestros recuerdos. ¨Durante el sueño, la memoria se reactiva y eso es a lo que muchos atribuyen el origen de los sueños (…). Dormir facilita la retención de información que hemos aprendido¨.
Recomienda, para tener un sueño reparador, no usar los teléfonos y computadoras, evitar comer mucho, las bebidas alcohólicas y cafeínas antes de dormir. Sostiene que una siesta durante el día también es beneficiosa para la memoria.
Hacer varias tareas a la vez: En el mundo actual, se ve como positivo el poder hacer diferentes tareas a la vez.
Ranganath sostiene que puede ser muy malo para la memoria, dice: ¨ La corteza prefrontal nos ayuda a centrarnos en lo que necesitamos hacer para alcanzar nuestros objetivos, pero esa maravillosa capacidad se empantana si saltamos continuamente de un objetivo a otro¨, explica que en nuestro cerebro hay una competencia entre los conjuntos de neuronas que participan en las diferentes tareas, esto es lo que nos dificulta hacer varias tareas a la vez de manera correcta y eficiente.
Asegura que revisar el correo electrónico mientras se escucha una conferencia o una clase solo conduce a una cosa: no recordar lo que estaba escuchando en un primer lugar. ¨Al cambiar de objetivo (comenzar a revisar el correo) las neuronas se distraen y graban recuerdos fragmentados de la conferencia, porque estás usando muchas funciones ejecutivas para gestionar el cambio entre una actividad y otra y eso dificulta la formación de un recuerdo duradero¨.
Pero las tareas que están asociadas o relacionadas son una excepción a la regla. ¨Si estás horneando un pastel tienes que precalentar el horno y luego volver a hacer la masa o algo así. Pero si unes todas esas tareas en una gran tarea serás capaz de hacerlo¨.
No solo recomienda tratar de terminar una actividad antes de empezar otra, sino también evitar todo lo que nos distrae. Sugiere colocar el teléfono en silencio, especialmente correos y mensajes, y tomar descansos.
El tiempo que usamos con los teléfonos lleva a otra pregunta: ¿Qué efectos tendrá esto para la juventud actual ?.
Sostuvo Ranganath: ¨ Posiblemente habrá algunas secuelas positivas y otras negativas, pero lo importante es que están desarrollando hábitos que no son buenos para sus memorias¨.
Caer en la monotonía: Dice: ¨La mayoría de las experiencias que vivimos o de la información a la que hemos estado expuestos será olvidada¨.
Solo terminarán fijados a nuestras neuronas los eventos o experiencias asociados con miedo, ira, deseo, felicidad, sorpresa u otras emociones que sean capaces de liberar químicos como la adrenalina, la serotonina, la dopamina o el cortisol en nuestro cerebro. Son sustancias que ayudan a la plasticidad del cerebro, lo cual es fundamental para la memoria.
Explica: ¨ La plasticidad en el cerebro nos ayuda a realizar tareas, en especial aquellas que son repetitivas, de manera más eficiente¨, esta capacidad disminuye con la edad. La forma de preservarla es: ¨Romper con la monotonía y la rutina¨.
Confiarse demasiado: dice Ranganath: ¨Las personas creen que su memoria es muy buena hasta que en algún momento de sus vidas se dan cuenta de que no es así¨.
¨El propósito de la memoria no es recordar el pasado, aunque pueda hacerlo, sino tomar la información importante del pasado que necesitamos para entender el presente y prepararnos para el futuro¨.
¨El aprendizaje más eficaz ocurre en circunstancias en las que nos esforzamos por evocar un recuerdo y luego obtenemos la respuesta que buscamos¨. ¨Por ejemplo, unos minutos después de que te presenten a una persona, ponte a prueba y trata de decir su nombre y a medida que la conversación sigue vuelve a hacerlo, cuanto más espaciados sean estos intentos mejor¨.
Además de corregir estos cuatro hábitos, el profesor sostiene que hay muchas cosas que se pueden hacer para cuidar la memoria:
¨A corto plazo: buscar dormir mejor, aprender a lidiar con el estrés (o intentar reducir las causas que lo provocan) y adoptar prácticas de atención plena, las cuales sirven para detectar cuando te distraes¨.
¨A largo plazo: la alimentación puede hacer mucho, la dieta mediterránea ha demostrado tener muy buenos resultados a la hora de favorecer la salud mental¨.
¨El ejercicio físico, en particular el aeróbico, es bueno porque aumenta la secreción de sustancias que incrementan la plasticidad y mejoran la vasculatura del cerebro¨.
¨Una buena salud dental y auditiva también son importantes, porque los estudios han hallado que las personas con problemas de higiene dental o que no cuidan sus oídos tienden a padecer problemas cognitivos. Y, por último, las relaciones sociales y la exposición a cosas nuevas estimulan la plasticidad del cerebro¨.
Ranganath sostuvo que estudios revelaron que estas practicas permitieron a algunas personas retener su memoria hasta una edad avanzada y reducir los riesgos de demencia.
Las nuevas generaciones, deben considerar atentamente estas recomendaciones, están desarrollando hábitos perjudiciales para su memoria con su sobreexposición a las tecnologías de la comunicación.
Fuente. BBC/F. Martínez
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